miércoles, 27 de agosto de 2008

DESCUBRIMIENTO

Absurdo no-ser,

vacío de la existencia,

vértigo,

nausea provocada por la nada...


¡He recorrido tantos lugares huyendo de tí!,

¡He sentido tus garras afiladas en tantos sitios y tan profundamente!

Me has herido, ¡casi me has matado!

Me has hecho llorar ¡hasta desecar mis ojos!


Y yo,

siempre,

huyendo de tí.


Ni en el Africa desecado,

ni en las nieves eternas

o en los ríos abundantes,

ni siquiera en las laderas agujereadas de olivos de mi tierra.

En ningún lugar he podido escapar a tu aguijón.


Hoy, no puedo más,

YA ME RINDO.


Lugares, lugares...

En cada sitio que he estado

he esperado encontrar la felicidad, la plenitud...

llenar con arena de playa el agujero negro insaciable, inmensurable de mi herida de hombre.


ME RINDO, ¿me oyes?


Ya no tienes que buscarme más, me entrego a tu imperio.

Me doblego a tu tiranía. La huída ha terminado.

Sí, la eterna fuga del ser humano

hacia ninguna parte o hacia el infinito.

Ya me he cansado.

Los años...

¡testigos silenciosos de mi lucha!


ME RINDO.


He comprendido que te llevo pegado a mi piel.

Eres mi sombra, mi ¡mala sombra!

Formas parte de mí.

El tiempo,

los lugares recorridos,

la huida...

ahora sé,

¡ahora sé!...

eres...

eres...


¡¡¡¡DIOS!!!!