Déjame llorar (inspirado del Lascia ch'io pianga de Haendel)

Deja que me regodee en mis lágrimas.
Déjame existir en mi dolor.

Abre tus oidos a mi suspiro,
tus brazos a mi desasosiego,
tus ojos a mi miseria.

Acompáñame,
en silencio.

Mantén tu mano en la mía,
dulce, inerte, acompañadora.
Dame tu presencia suave,
tu gesto solidario,
tu silencio...

Escucha las palabras que surgen de mi soledad,
que hablan de vacío,
de profundidades obscuras,
de naúseas y vértigos.

Se testigo de mi pérdida.
de mi desamor, de mi muerte necesaria
para una metamorfosis liberadora.

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Lascia ch'io pianga
mia cruda sorte,
e che sospiri la libertà.
Il duolo infranga queste ritorte
de' miei martiri sol per pietà.

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Déjame llorar
mi cruel suerte,
y déjame suspirar por la libertad.
Puede que la tristeza rompa las cadenas de mi sufrimiento, ¡por piedad!