sábado, 16 de enero de 2010

En tus aguas




Busco la paz del alma.
Huyo del ruido inmenso
de los placeres satisfechos,
estériles.

Me atrevo a mirarte
con mucho reparo.
Me impones respeto, lo sabes.
¡Eres dueño de vida y muerte!
Y yo, tan minúsculo,
me atrevo a interrogarte.

Porque eres el maestro, el que todo lo sabe,
el que todo contiene.
El que todo refleja.

Me atrevo, con mucho temor,
a mirar
a través de tus aguas,
y me hablas.........


A veces te tintas de verdemar
y me susurras esperanza.
El incierto futuro
se ilumina.
A pesar de mis muchas precauciones
me embelesas,
relajo mi resistencia,
me lanzo...

Porque aunque arriesgado,
tu mensaje es el único que me hace
salir del estrepitoso silencio,
de la tranquilidad empobrecedora.

¿Para qué quiero la vida
si no la pongo en juego
en tu misteriosa ruleta rusa?

¿Por qué no confiar
en que estoy en el buen camino,
el de alcanzar milímetro a milímetro
esa paz del alma
que ya sé
que ya llevo dentro?

Tus aguas azules me calman,
me envuelven como en el seno materno.
Me nutren, me protejen, me enseñan...
Hasta el último suspiro,
hasta la última consciencia.

En el negro de tus aguas me sumerjo,
confío
porque me llevas
hacia esa otra vida
de luz.

Otra vida.

Otra
vida.


(Gracias a Clara y Jose Manuel)