lunes, 12 de mayo de 2008

CAMBIANDO


Te miras en el espejo, y ves que estás cambiando.

No te quejas, no te sientes mal, simplemente estás cambiando,

tu cara, tu cuerpo...


Los mismos ojos, pero con otra luz,

la misma barba, pero más blanca.

Tu cuerpo...

cambiando.




Sientes que aún hay cabezas que se vuelven,

ojos que te siguen,

deseos que se encienden...

y sin embargo,

en lo más profundo,

no te engañas...




Es algo que el hombre no puede evitar, el paso del tiempo.

Es su lucha eterna, su carrera contra el reloj.


El tiempo pasa,

y los cuerpos cambian,

y los pensamientos,

los deseos,

los sueños,

los escalofríos...

todo el resto está ahí, soportando, aguantando.




Miras tu vida desde una cierta perspectiva ya.

No tienes que alejarte mucho para comprender lo que antes te parecía un misterio.

Las razones que te llevaron a tomar decisiones,

ésas, las verdaderas

las que antes te era imposible mirar cara a cara,

ahora son claras,

están ahí,

son

casi

evidentes.


Se imponen

sólo con recordar,

con hablar de tus recuerdos,

con querer comprender tu vida.




Y también miras a los ojos a los sentimientos,

a los cariños dados,

a los que no te atreviste (¡fueron tantos!),

a los que soñaste ...

y

descubres

que amaste en sueños (tanto, tanto...)

porque ...




Soñabas, soñabas... Querías cambiar el mundo,

y al final lo que tenías que hacer

era

simplemente

ser consciente de tí.


Querías salvar al mundo, e ingenuo de tí,

estuviste a punto de perderte la vida.




Tu vida...

y ves con alegría, que no has hecho lo que pensabas, lo proyectado.

Los planes de juventud se han visto trastocados porque hay elecciones,

hay momentos en los que, un ángel bueno, te tuerce el brazo y te sale un NO enorme, gritado, a pleno pulmón.

Y te desgatiñas, y lloras sintiendo que es justo lo que deseabas...


El deseo, TU deseo.







foto: Renan Larzul

3 comentarios:

Borrasca dijo...

Uffff Jesús muy cierto lo que dices, ¿será porque estamos en la edad madura de la juventud?

Besos borrascosos

combatientes70 dijo...

Hola Jesús, soy Antonio Hernández, no conocía tu blog... aun no lo conozco, me he quedado noqueado en esta primera entrada tan llena de verdad... joder... como me he sentido retratado... voy a seguir buceando y explorando tu blog... gracias...

Borrasca dijo...

Te dije que estaría acompañándote, bueno pues por aquí estoy de nuevo, tan cansona ¿cierto???
Te dejo un abracito y que tengas un feliz día

Besos borrascosos