¡¡¡Soledad!!!

Lo que importa (3)

Ya no vas a venir.
Te quedas simplemente en proyecto,
un bonito sueño irrealizable.

Todo lo hablado,
todo lo soñado,
lo temido,
lo proyectado...
TODO está ahí, en mí.

Estás atascado en mi alma.


Entiendo que nunca te tendré.
No pasa nada, no tiene que pasar nada.

Y sin embargo
no puedo evitar
el sentir tu falta.

Te extraño sin haberte tenido.

RESPLANDECES

Segunda infancia,
entre tinieblas.
Ojos gastados por tanto visto,
tanto llorado.

Inocencia de los que ya han vivido
y vuelven a esa etapa
sin censuras, sin prejuicios.

Caprichos de niña chica,
exigencias de princesita mimada.
Lloras, cuando eres consciente,
por lo que ya no puedes,
por lo que eras.

"¡Ay, ay, ay!"
Te quejas porque te sale del alma,
tan cansada,
tan usada
como esos ojos
como ese cuerpo,
como esa piel...

Y resplandeces cuando ves
los frutos de esa vida dada.
Y nos acaricias, nos sonries,
y piensas, en lo más profundo,
valía la pena,
valía la pena todo.

Lo Que Importa (II)

Decir adios a una ilusión.
Asumir decisiones, aceptar la realidad
que se impone.

Decir adios a un sueño
dejando las puertas abiertas a otro
y otro...

Seguir el camino consciente
de que en cualquier recodo,
en el rincón más inesperado
habrá una sorpresa,
un encuentro,
un maravilloso presente.

Dejar pasar lo que no puede ser
aceptar lo que hoy es
y abrir los ojos de par en par...

Y descubrir,
sorprenderse,
maravillarse...

Perdido...

Nadando en el mar agitado de mis emociones.
Enredado en la ciénaga de mis deseos.
Sumergido en el océano infinito de mis sentimientos.

Perdido, totalmente perdido.

Tu insistencia me hace daño,
tu amor me desgarra por dentro.
Confundes tus sueños,
olvidas los míos.

Inocencia infantil que piensa
que la realidad se puede amoldar a los caprichos.
Egoismo adorable del que cree
que todo se puede arreglar
con sólo cerrar los ojos muy fuerte, muy fuerte…

Decepción del soñador
ante esa realidad que no se esperaba
pero que se intuía,
que no se quería ver
pero que se iba construyendo con el tiempo.

Realidad que se nos impone.
Víctimas inocentes.
Tiempo sin piedad.

Perdido.
Con miedo.
Totalmente perdido.

Lo Que Importa (I)

Lo que importa
es tu mano entre las mías,
ese respirar al unísono,
esas lágrimas vertidas, juntos.

Lo que de verdad importa es ese instante compartido,
puro, único, furtivo...

Estar seguro de que
al final del día vas a regresar
para acompañar mi soledad, eso importa.

Y el estar ahí para cuidarte,
y abrazarte, y llenarte de besos...
Y tú cuidándome,
abrazándome,
inundándome de caricias...

Sí, todo eso también importa.


Un trozo de vida compartido
inolvidable,
irrepetible,
irremplazable...
Es, verdaderamente, lo que importa.


Foto: "sombras" by Renan

Hay una escena que me obsesiona.

Un niño, un bebé, está acostado en su cuna.

Es noche cerrada. Todo está oscuro pero estoy seguro de que hay esa barrera protectora que existen en todas las cunas.

El niño saca su brazo por uno de los huecos, lo estira al máximo buscando.
Veo el brazo todo regordete del bebé, estirado en la oscuridad más completa, buscando.

No me cabe la menor duda de que está buscando. Espera, espera alcanzar. El brazo está ahí, permanente, tieso, dolorosamente erguido.



43 años de espera. No se cansa. Espera, busca… Toda una vida pendiente de esa respuesta que no llegó, que no le dieron, que nadie podía darle.

SINSENTIDO - BEBE NUEVO ALBUM 2009 con letra

EL MOMENTO "PRECISO"

Momentos de toma de consciencia.
Intimos, decisivos.

Ves lo absurdo que es « casi » todo.

Descubres
sorprendido
el tiempo que has empleado
en lo que creías importante.
Olvidándote de tí mismo.

Obviando la vida,
las sensaciones,
el placer de sentir,
de estar vivo.

Y lo único importante
es justamente ese momento
esa toma de consciencia puntual
en la que el pasado es verdaderamente pasado,
el futuro, incierto, como debe de ser.
Y sólo existes tú, ahora,
en este preciso momento.


Libertad absoluta en la que descubres
que eres un momento,
un instante.
Un maravilloso segundo
en una historia llena de absurdos
de insensateces, de manipulaciones.

Eres tú lo único que existe,
Eres vida, eres sentido, eres…
Existes
en ese preciso momento.

Déjame llorar (inspirado del Lascia ch'io pianga de Haendel)

Deja que me regodee en mis lágrimas.
Déjame existir en mi dolor.

Abre tus oidos a mi suspiro,
tus brazos a mi desasosiego,
tus ojos a mi miseria.

Acompáñame,
en silencio.

Mantén tu mano en la mía,
dulce, inerte, acompañadora.
Dame tu presencia suave,
tu gesto solidario,
tu silencio...

Escucha las palabras que surgen de mi soledad,
que hablan de vacío,
de profundidades obscuras,
de naúseas y vértigos.

Se testigo de mi pérdida.
de mi desamor, de mi muerte necesaria
para una metamorfosis liberadora.

__________________________________________________

Lascia ch'io pianga
mia cruda sorte,
e che sospiri la libertà.
Il duolo infranga queste ritorte
de' miei martiri sol per pietà.

--------------------------------------------------
Déjame llorar
mi cruel suerte,
y déjame suspirar por la libertad.
Puede que la tristeza rompa las cadenas de mi sufrimiento, ¡por piedad!

En tus aguas

Busco la paz del alma.
Huyo del ruido inmenso
de los placeres satisfechos,
estériles.

Me atrevo a mirarte
con mucho reparo.
Me impones respeto, lo sabes.
¡Eres dueño de vida y muerte!
Y yo, tan minúsculo,
me atrevo a interrogarte.

Porque eres el maestro, el que todo lo sabe,
el que todo contiene.
El que todo refleja.

Me atrevo, con mucho temor,
a mirar
a través de tus aguas,
y me hablas.........


A veces te tintas de verdemar
y me susurras esperanza.
El incierto futuro
se ilumina.
A pesar de mis muchas precauciones
me embelesas,
relajo mi resistencia,
me lanzo...

Porque aunque arriesgado,
tu mensaje es el único que me hace
salir del estrepitoso silencio,
de la tranquilidad empobrecedora.

¿Para qué quiero la vida
si no la pongo en juego
en tu misteriosa ruleta rusa?

¿Por qué no confiar
en que estoy en el buen camino,
el de alcanzar milímetro a milímetro
esa paz del alma
que ya sé
que ya llevo dentro?

Tus aguas azules me calman,
me envuelven como en el seno materno.
Me nutren, me protejen, me enseñan...
Hasta el último suspiro,
hasta la última consciencia.

En el negro de tus aguas me sumerjo,
confío
porque me llevas
hacia esa otra vida
de luz.

Otra vida.

Otra
vida.


(Gracias a Clara y Jose Manuel)