viernes, 26 de diciembre de 2008

Reflexión ante la nueva "fiesta" de la familia

He visto en los carteles, paseando por Madrid, que la Iglesia vuelve a convocar a los fieles para "festejar" la familia cristiana. Pero todos sabemos que hay mucho más detrás de esa convocatoria. En el libro que estoy leyendo he visto algo que me parece que viene muy bien a todo ésto. Es de Anthony de Mello:

"Cuando el hombre se hace religioso es capaz de cometer las mayores crueldades por defender un concepto de verdad creyendo que cumple la voluntad de Dios. El comunista adoctrinado se molesta mucho cuando se critica al comunismo. Los religiosos adoctrinados también se molestan cuando se critica la religión. Ellos se creen no sólo los poseedores de la verdad, sino los vengadores y justicieros de quien no la cumple. Se sienten los guardianes de Dios, sus abogados, y en nombre de esa fanática creencia, hay que reconocer las enormes crueldades que se producen aun en los conventos. Se hace de forma inconsciente, creyendo que es un servicio a Dios.
Es preciso que despertemos a esta realidad de que la religión no existe -y puede ser muy dañina- si en ella no está la realidad, la vida. Porque sólo la vida y la realidad nos muestran la verdad".

lunes, 22 de diciembre de 2008

Coincidencias 2

"El vuelo EZY7858 de la compañía Easy-Jet con destino a Madrid tiene un retraso de una hora y cuarto. Rogamos disc...".

El mensaje suena en los altavoces del aeropuerto. Por extraño que parezca entre los pasajeros que estamos en la sala de embarque no se oye casi ningún murmullo. Eso sí, caras de disgusto pero, en el fondo, una resignación compartida entre todos esos desconocidos : ¡a esperar!

Paseo la mirada por algunos de mis compañeros de viaje.
Es mi entretenimiento preferido cuando tengo que esperar. Me gusta mirar, observar, descubrir algo del otro, así como a hurtadillas.
Tengo la sensación de entrar en una intimidad compartida. Con sus gestos, con sus ropas y actitudes me hablan, sin saberlo, de sus vidas.

Me quedo mirando fijamente hasta que la persona se siente observada y me devuelve la mirada. ¿Sorprendida?, ¿molesta?, ¿seducida?... hay siempre una respuesta en el lenguaje de las miradas.

En la sala de espera del aeropuerto de Toulouse cada uno está en su mundo, en su libro, en su música, conversación o sueño.
Pura coincidencia, nuestros destinos se ha cruzado esta noche, esperando un avión. Y ya no nos volveremos a ver. Nunca más.
La vida está llena de esos millones de momentos efímeros y los vivimos sin darnos cuenta.
Una noche, de un día cualquiera, en cualquier lugar...

El dichoso avión que nos llevará a Madrid y que ya tiene más de una hora y cuarto de retraso...

lunes, 15 de diciembre de 2008

Coincidencias.

Hay ocasiones en la vida en la que todo parece indicarte un camino. Todo confluye hacia un mismo mensaje.
Las personas que encuentras, las ya conocidas y las nuevas amistades, te hablan de las mismas cosas sin haberse puesto de acuerdo; los libros que « desentierras » de las estanterías, que relees de una forma totalmente nueva y te llevan al mismo mensaje,..
Todo parece confluir hacia ese « algo » que no sabes bien dónde pero que está ahí, a tu alrededor, en tí mismo.

Sientes que ese « algo nuevo » se acerca, que quizás tu vida esté en una de esas fases de cambio porque quizás ya has tocado fondo y sólo te queda la posibilidad de cojer impulso y remontar…

Parece como que por fín tus oídos son capaces de captar esa música que antes sonaba pero que no oías. Tus ojos pueden ahora ver esa luz que te ha alumbrado siempre pero que nunca has visto verdaderamente, o si lo has hecho, ha sido a fogonazos.

Hoy me han entrado ganas de volver a escribir, de retomar el blog y ver lo que sale. De todas formas, siempre existe el momento de poner otro paréntesis si lo considero necesario.

De momento, intento clarificar lo que ocurre. No quiero dejarme llevar por la euforia, "despacito y con buena letra".

martes, 18 de noviembre de 2008

Entre paréntesis


Día gris entre otros muchos.
Esperando el sol.

Dejo entre paréntesis mi blog.
Quizás lo continúe alguna vez.

Gracias a todos los que habéis estado ahí,
seguiré leyéndoos.

lunes, 20 de octubre de 2008

Presencia.......

Saqué esta foto en Salamanca. En el monasterio de San Esteban. Si hay una imagen que resuma mi experiencia en esta iglesia, es ésta. Seguramente la menos impresionante a nivel estético, pero es la que habla más de lo que sentí : serenidad, belleza, luminosidad, pureza. Me dije: "esta es la imagen que siento de Dios".


Vacío,
pero lleno, desbordante.

Luz,
mucha;
tanta que te transfigura, instantáneamente, inexorablemente.

Austeridad,
la de la piedra tallada sobre la que el hombre ha sudado, llorado, jurado, sangrado...

Pureza,
la de las líneas ascendentes, que te elevan, te convierten en puro espíritu.

Libertad,
de la que se siente por dentro,
tanto
que te oprime el pecho y quiere salir a borbotones.

Ese es el Dios que experimento,
el que añoro a veces,
el que me da como única palabra arrebatadora
el silencio.


domingo, 5 de octubre de 2008

Una chispa cae en mi pantalón. El que compré barato en las últimas rebajas. Siento cómo el calor se intensifica, se acerca a mi piel. No tenía que fumar. Me hace daño. Noto cómo el corazón me late más deprisa cada vez que enciendo un cigarrillo. Y sin embargo me encabezono en encender, en recaer. Es una droga de la que no soy dependiente y sin embargo vuelvo a caer una y otra vez. Esta vez hacía ya un año y medio. Y, sin saber por qué, he vuelto.

Vuelvo a estar en blanco. En mi espíritu las cosas o se amontonan o no salen. Quiero escribir, necesito escribir. Y algo que sea más que meras reflexiones. Quiero expresar, crear. CREAR.

Es como si fuese incapaz de engendrar. No tengo hijos, quizás nunca los tendré. Tengo familia, tengo amigos… No sé cuánto me durarán. Y si desaparecen, ¿qué me queda? ¿Qué he creado, engendrado, parido? ¿Un recuerdo agradable en la vida de alguien? Voy a ser un recuerdo agradable, ¡simplemente eso!. El amor, el cariño… todo se termina olvidando. Yo seré olvidado porque he sido incapaz de crear.

Porque crear es mucho más que transmitir. Crear es comunicar, dejar en la mente de otros un mensaje, algo que testimonie de una vida, una vida que merezca la pena ser vivida.

Pero no, quizás crear sea simplemente el placer de escribir, o pintar, o inventar… Quedarse simplemente en el placer. Porque tener más pretensiones supondría no disfrutar. Tengo que disfrutar creando, pero ¿cómo?

-Tengo algo que preguntarte abuelo.

-Dime –contesta el abuelo contemplando el hombre que es su nieto-, soy todo oídos.

-Es que, no sé cómo decirte.

El nieto mira hacia el vacío, se retuerce las manos y las neuronas para poder encontrar las palabras, poder explicar al abuelo muerto desde hace tanto tiempo la esencia de su pensamiento.

-Voy a ir al grano. Para ti, ¿qué es crear, abuelo?

Silencio. El abuelo no contesta. Mira también al firmamento, no al vacío. Contempla las estrellas en esa noche clara de agosto. Le pide un cigarrillo al nieto.

-uffffff –sopla echando el humo por la boca- Me encantaba fumar. Fumaba de todo ¿sabes? Cuando tenía tabaco, pues tabaco. Si no, pues cualquier planta seca que me encontraba. La liaba en papel (del barato, por supuesto) y a aspirar y echar humo por la boca.

El abuelo continúa contemplando el universo y fumando. Los minutos pasan. Ninguno de los dos se mueve o se siente incómodo ante ese silencio inesperado. Es como si el tiempo no existiese. Como si el reloj se hubiese parado y sólo hubiese espacio para el humo del cigarro, el del nieto y el del abuelo.

-ufffff. Mira las formas, el movimiento del humo. Contempla cómo sale de mi boca, incluso ahora, cuando estoy hablando. Míralo. Eso es crear. Pura humareda, pura falacia. Crear… es… fumarse un cigarrillo y mirar el humo saliendo de tu boca. Pero verlo de verdad. Un instante y todo cambia. Un minuto y todo ha desaparecido.

miércoles, 10 de septiembre de 2008

Paráfrasis de Mt 5,48




Sed imperfectos, siéndolo seréis más y más humanos.

Imperfectos, como mi padre celestial lo es.

Por eso es celestial,

por eso es mi padre.


El Dios imperfecto, todo-impotente, frágil, humilde, pobre...

Ese es mi Dios, ese es mi padre. A ése quiero parecerme.


Al que hace de la tolerancia su divisa, su único mandamiento.

El mismo que se calla cuando le exigen respuesta, y que habla cuando lo mandan callar.

Y el que sueña despierto con un mundo mejor, siempre imperfecto, pero mejor.

Es ese mismo, el que se va de juerga, frecuenta gentes imperfectas (¡y tanto!) y se lo pasa bomba porque forma parte de ellos. ¡Es uno más de ellos!


Mi Dios es ése que acepta su imperfección y hace de ella un arte.

En la historia del hombre, las más grandes hazañas han sido realizadas por hombres y mujeres imperfectos que sabían que lo eran.

La consciencia de mis límites me abre a la posibilidad de superarme.

Mi herida de hombre me abre a cosas maravillosas, a una libertad cada vez más y más plena. Lejos de hundirme en la desesperación, esa herida de hombre me eleva, me hace “posible”.


Soy único, como mi Dios.

Ya no existe ni dicotomía ni maniqueismo... Todo es UNO. Yo soy UNO.

Porque ya no lucho contra mi propio ser, porque acepto mi imperfección.


Mi abismo, mi vértigo interior, mi náusea ante la existencia

se identifican con el infinito, la paz, la felicidad del que se sabe único.


¡¡¡UNICO!!!


En mí, ya no existe ni el bien ni el mal, los he superado.

Porque la perfección no existe, porque mi Dios es imperfecto.

Porque...

yo soy como Dios.







Fotos by Jesús
(la Bretaña)



miércoles, 27 de agosto de 2008

DESCUBRIMIENTO

Absurdo no-ser,

vacío de la existencia,

vértigo,

nausea provocada por la nada...


¡He recorrido tantos lugares huyendo de tí!,

¡He sentido tus garras afiladas en tantos sitios y tan profundamente!

Me has herido, ¡casi me has matado!

Me has hecho llorar ¡hasta desecar mis ojos!


Y yo,

siempre,

huyendo de tí.


Ni en el Africa desecado,

ni en las nieves eternas

o en los ríos abundantes,

ni siquiera en las laderas agujereadas de olivos de mi tierra.

En ningún lugar he podido escapar a tu aguijón.


Hoy, no puedo más,

YA ME RINDO.


Lugares, lugares...

En cada sitio que he estado

he esperado encontrar la felicidad, la plenitud...

llenar con arena de playa el agujero negro insaciable, inmensurable de mi herida de hombre.


ME RINDO, ¿me oyes?


Ya no tienes que buscarme más, me entrego a tu imperio.

Me doblego a tu tiranía. La huída ha terminado.

Sí, la eterna fuga del ser humano

hacia ninguna parte o hacia el infinito.

Ya me he cansado.

Los años...

¡testigos silenciosos de mi lucha!


ME RINDO.


He comprendido que te llevo pegado a mi piel.

Eres mi sombra, mi ¡mala sombra!

Formas parte de mí.

El tiempo,

los lugares recorridos,

la huida...

ahora sé,

¡ahora sé!...

eres...

eres...


¡¡¡¡DIOS!!!!



jueves, 12 de junio de 2008

LA HERIDA...


El “lastre” del ser humano

se instala en el pecho.

En tu pecho.


Y la respiración se vuelve pesada, casi dolorosa.

La sensación se transmite poco a poco al estómago y a los ojos.

Se convierte en una necesidad acuciante.


Las lágrimas se amontonan

pero ¡no hay motivos para llorar!

Algo raro pasa.

Sientes...

entre cosquilleo, pesadez, escalofrío...



La película de la vida pasa por la cabeza.

Pero ¡si no hay motivos para llorar...!, ¿Por qué entonces?

Pensar en otra cosa no sirve de nada ¡todo es negativo!

La “noche oscura”.

El túnel del alma.

La garrapata que se agarra a un pobre hilo.



Una mosca pesada ronda cerca de los cristales.

Le abres la ventana.

Va a volar hacia la libertad...

sientes envidia.

Su libertad te oprime aún más el pecho.




Y sientes la nostalgia de tu infancia.

Tu lengua materna fluye en tu interior.

Olores de aceite y brasero por tus venas.

Sueños de una felicidad imposible.


Volver al seno materno tan calentito, tan calentito.

Tan confortable y seguro...


Máxima aspiración del ser humano herido

por la punta acerada del ángel que cortó ese cordón

que determinó el paso inexorable de la vida.


Foto: Jesús

domingo, 18 de mayo de 2008

... Y CAMBIANDO...




Se trata de volcanes aparentemente dormidos,

de energía imperceptible

que se revuelve en el interior.

Una fuerza que se acumula,

que se acumula...

Una vida que está a punto de estallar,

de florecer,

de arriesgar.


Sientes que algo se prepara

que algo te gustaría que pasase...

¡Revoluciones “in uterus”

que ya has vivido,

alumbrado!

Algo que se repite.

Tu propio “samsara” de vida inacabada.

Energías que vienen y vuelven

que explotan y se renuevan.

Siempre en ebullición,

siempre en proyecto.


Ese soy YO.

Ese somos muchos.

Deseamos ser... algo.


Somos alguien

porque nuestras vidas están en permanentes revoluciones,

vueltas de tornillo que atraviesan la pared

pero

que se encuentran con otra capa,

y otra,

y otra...



Son

los espesores infinitos que forman nuestro corazón

construido

a base de tanto llanto, de tanto deseo, de tanto amor no-dado

que sólo quiere saltar a la superficie y

explotar

en un fluir de sueños que cambiarán en camino,

que se solidificarán formando figuras totalmente impensables, imprevistas...

¡el verdadero paisaje de nuestras vidas!


Erupciones que forman el genio humano,

que construyen la gran leyenda que llaman historia

y que está compuesta de ese número infinito

de seres que buscan y encuentran,

que rebuscan y reencuentran

en el permanente evolucionar hacia

ese YO único

que somos todos.



Mi revolución,

tu estallar,

su florecer...

son la energía que hace que este mundo sea “vivible”.

Y

determinan el paisaje,

rocoso,

llano...

siempre virgen

del humano.








Fotos: Renan Larzul

lunes, 12 de mayo de 2008

CAMBIANDO


Te miras en el espejo, y ves que estás cambiando.

No te quejas, no te sientes mal, simplemente estás cambiando,

tu cara, tu cuerpo...


Los mismos ojos, pero con otra luz,

la misma barba, pero más blanca.

Tu cuerpo...

cambiando.




Sientes que aún hay cabezas que se vuelven,

ojos que te siguen,

deseos que se encienden...

y sin embargo,

en lo más profundo,

no te engañas...




Es algo que el hombre no puede evitar, el paso del tiempo.

Es su lucha eterna, su carrera contra el reloj.


El tiempo pasa,

y los cuerpos cambian,

y los pensamientos,

los deseos,

los sueños,

los escalofríos...

todo el resto está ahí, soportando, aguantando.




Miras tu vida desde una cierta perspectiva ya.

No tienes que alejarte mucho para comprender lo que antes te parecía un misterio.

Las razones que te llevaron a tomar decisiones,

ésas, las verdaderas

las que antes te era imposible mirar cara a cara,

ahora son claras,

están ahí,

son

casi

evidentes.


Se imponen

sólo con recordar,

con hablar de tus recuerdos,

con querer comprender tu vida.




Y también miras a los ojos a los sentimientos,

a los cariños dados,

a los que no te atreviste (¡fueron tantos!),

a los que soñaste ...

y

descubres

que amaste en sueños (tanto, tanto...)

porque ...




Soñabas, soñabas... Querías cambiar el mundo,

y al final lo que tenías que hacer

era

simplemente

ser consciente de tí.


Querías salvar al mundo, e ingenuo de tí,

estuviste a punto de perderte la vida.




Tu vida...

y ves con alegría, que no has hecho lo que pensabas, lo proyectado.

Los planes de juventud se han visto trastocados porque hay elecciones,

hay momentos en los que, un ángel bueno, te tuerce el brazo y te sale un NO enorme, gritado, a pleno pulmón.

Y te desgatiñas, y lloras sintiendo que es justo lo que deseabas...


El deseo, TU deseo.







foto: Renan Larzul

lunes, 28 de abril de 2008

He decidido quitar el contador de visitas de mi blog.


Puede ser que parezca una tontería, para mí no lo es.

He hecho éso porque empezaba a estar demaisado atento a las visitas, empezaba a estar frustrado si nadie venía a ver mi blog.

Es como si hubiese olvidado el principio por el que me decidí a hacer el blog que era el de expresarme y dejar que, quienes quieran, se unan a mi expresión, a mi reflexión, a mi escritura.

Me hubiera gustado que el “delirio” hubiese sido común.

Me doy cuenta de lo mucho que le pedía a ésto del blog. Era como crear una comunidad de soñadores, de pseudo escritores o escritores frustrados, o simplemente de personas que quieren escribir, pensar, compartir juntos a través de éso que nos diferencia de los animales: las palabras llenas de sentido, la comunicación, verdadera...

Porque el ser humano, aún sin conocerse, puede llegar a compartir cosas muy profundas. Cada uno desde su experiencia, desde sus vivencias, proyectando, imaginando... permitiéndose vivir, durante unos momentos, otros trozos de vida.

Esta necesidad de expresión que me empujó a lanzarme en esto del blog, tiene mucho que ver con mi psicoanálisis.

Hablar en el divan, hablar delante del ordenador... dejar rienda suelta a las palabras, unas habladas, otras escritas... Era éso, la libertad de palabra. Quizás por eso elegí como título la frase de Milan Kundera en la “Insoportable levedad del ser”: Hay palabras que son como un atentado.

Porque cada palabra está llena de mil sentidos y yo diría más, de mil sentimientos.

Lo del atentado me resultaba un poco presuntuoso, pero al fin y al cabo, por lo menos para mí, cada palabra surgía desde las profundidades de mí interior. En cierto modo había como una especie de violencia, de erupción en el nacimiento de esas palabras. Sí, eran como atentados por la fuerza con la que salían, se expresaban, se cortaban, se enlazaban unas a otras y como yo las sentía.

En mi blog, las palabras encerraban mucho más que el grafismo o el primer significado. Cada una estaba pesada, medida. Su situación en el texto, cortadas tan libremente, contribuían a darle ese peso específico y especial. Me doy cuenta ahora. La estructura de los textos se me imponía, algo me hacía no poder escribir seguido sino cortado. Algo me obligaba a escribir así, a pesar de la estructura kilométrica con la que han salido algunos textos.

Fué así, sin darme cuenta que fuí adoptando esa forma de escribir, debo de admitir que es bastante original. Era como escribir poesía sin admitirlo. Mi modestia, mi miedo a llamar las cosas por su nombre estaba reflejándose en la forma de escribir. No quería llamale poesía y sin embargo, en muchos momentos, mi texto tomaba esa tonalidad. Eran como pinceladas de poesía inconfesadas.

Las fotos, todas mías (menos ésa de Toulouse), expresaban también mil cosas. El elegir tal o tal foto para un texto era darle esa última pincelada que personificaba aún más el mensaje que quería transmitir. Era como añadir un misterio más a esas palabras ya medidas, ya situadas... La foto era la piedra clave, la que cerraba la arquitectura del texto.

Ya se que éso era imposible de ver y descubrir para el 99.99% de las personas que leían el blog, sin embargo, era como dejar abierta una posibilidad de “ir más lejos” para quien quisiese adentrarse en el misterio que se le ofrecía.

Es quizás por eso que el no recibir muchas visitas y tan pocos comentarios, me frustraba. Porque yo había cargado de sentidos, sentimientos, secretos, misterio y de mil significados posibles mis textos. ¡qué complicado soy! Jejeje.

Y me doy cuenta de mi utilización abusiva de los puntos “suspensivos”. Era como dejar pistas, señales, indicios de ese misterio. Era como decir, “ahí detrás de esa palabra, de esa frase, hay otro sentido. Hay un sentimiento, algo que no llego a escribir y que tú tienes que imaginar”. Y es que la idea no es que esté incabada, no. La idea tienes que acabarla tú, o mejor aún, pasarla a otro, darle otro toque de misterio, personalizarla... y así las ideas se convierten en más que atentados, se convierten en auténtica libertad. Es la revolución personificada porque escapa a todo control, porque está autogenerándose constantemente.

Un amigo, César, que ha entrado alguna vez a leer mi blog, me decía que estaba sorprendido porque era muy “literario”. Quizás detrás de esa palabra está la intuición de ese “misterio” implícito que yo ponía en cada texto.

Sin pretender hacer literatura a lo grande, creo que en mi blog intentaba hacer literatura a mi pequeña medida. Porque tengo una necesidad increible de comunicación. Me doy cuenta ahora. La escritura es quizás más importante en mi vida de lo que yo imaginaba. Y es que desde siempre he estado escribiendo. Cosas cortitas, nunca estructuradas... Desde mi infancia, con máquina de escribir o en mis “diarios”, bajo forma de reflexiones, de oraciones... Incluso esa pasión inconfesada por la escritura se ve en mi trabajo (escribo muchísimo en francés). Y ésto del blog ha sido como una primera experiencia, un primer atreverme a escribir y correr el “riesgo” de ser leído.

Sí, he quitado el contador de visitas de mi blog, a ver cuánto tiempo voy a pasar sin ponerlo, o quizás abandone y encuentre otro medio de expresión. No sé nada. Sólo sé que seguiré escribiendo, como lo he hecho toda mi vida.

domingo, 20 de abril de 2008

LLUVIA , CINE...


Día de lluvia en Toulouse.

Incesante,

de esa de la que dicen

que es de la buena.




Fin de semana de cine.

Películas que hablan de mí,

de mi pasado de búsqueda (in memoria di me),

de mis sueños irrealizables (into the wild),

de la felicidad rozada

con la punta de los dedos.


Es un estado extraño

ése en el que salgo del cine.

Ni triste, ni eufórico...

Siempre “sonado”, si la peli ha sido buena.

Es como recibir un golpe en plena cabeza.

Tienes la certeza de que te quiere decir algo,

tienes la sensación de que sí, se dirige a tí, en particular, directamente.

Y claro, quieres atrapar ese significado.

No te atreves ni a respirar, ni a hacer un ruido...

Porque sientes que es algo importante para tu vida.


Estás un poco con las lágrimas a flor de piel,

con la piel de gallina,

con el tacto en los ojos.




De verdad, os las recomiendo.

Las dos, sobre todo la segunda.




En la primera,

In Memoria di Me,

se habla de la pregunta que todo hombre se plantea

(o por lo menos debería plantearse):

¿Quién soy yo?


Y de una(s) posible(s) respuesta(s)...

(habría debate).


Planos impresionantes de sentido,

música de una gran belleza,

Venecia soñada por tantos...




En la segunda,

Into the Wild,

es la locura.

Una locura de libertad, de riesgo,

Salvaje de vida...

Sientes que el protagonista eres tú,

como si te la hubieran copiado de algún sueño

pero que no duró

porque la vida es eso,

salvaje

con los que se atreven a vivirla.




Sensaciones, sensaciones, sensaciones.




De verdad, id a ver alguna, aunque sea ésta sóla, y ya me contáis.

In Memoria di Me (il Trailer)

Hacia rutas salvajes - Tráiler español

viernes, 18 de abril de 2008

PROBLEMA CON LA AUTORIDAD......

Mi actitud frente a lo inaceptable.

Mi rabia ante la intransigencia.

Mi desamparo frente al rechazo del diálogo.

Mi actitud frente a los actos caprichosos y sin sentido...



He ahí lo que algunos llamaban “problema con la autoridad”,

y es un problema

porque

hay

sufrimiento.




Se sufre ante lo que no tiene sentido,

ni respuesta,

ni nada.

Es, posiblemente, el fruto de la impotencia

que uno siente ante

la irracionalidad humana.


A veces, lo juro, me gustaría ser violento.

Me gustaría poder sacar de mí esa rabia,

esa fuerza interna

y hacerles tragar sus palabras

o sus actos.


Me encantaría poder romperles la boca,

hacerles verdaderamente daño...

Dejar despertar ese volcán dormido que todos llevamos dentro.

Porque hasta Ghandi tenía esos sentimientos.

Hasta Jesucristo parece que cogió un látigo...




Luchar contra mi violencia me hace daño

y sin embargo

como Ghandi,

como Jesucristo...

es la única respuesta posible

que puedo dar

si no quiero ser tan intransigente como los otros,

tan terco como mi padre,

tan injustificable como que el que impone su voluntad a los otros.




Un ejercicio cotidiano,

un verdadero esfuerzo porque “antinatural”.

Y sin embargo, te emocionas ante frases de tolerancia,

de invitación al amor,

al diálogo...


¿Cuál es mi verdadera naturaleza?


¿Violencia?


¿No violencia?




La respuesta puede ser que esté

en la experiencia que cade uno tiene,

desde niño

con algún “otro” protector y justo.

Repito : Protector y justo.




Protección y justicia.

Y amor, y ternura........ y tantos y tantos sentimientos que nos construyen positivamente

que nos dan una imagen positiva de nosotros, del mundo...


Luchar contra mi propia violencia

conlleva

conectar con esa figura protectora,

con ese ser justo...



Quizás ya lo he encontrado,

quizás deba construírmelo,

imaginármelo,

representármelo...

domingo, 6 de abril de 2008

“UN ANGEL”

Etapas

tiempo

vida que no perdona, que continúa pasando insensible.


Una de esas etapas de la vida del ser humano

es la que yo llamo, “etapa de ángel”.


Yo la viví sin sexo, sin deseo consciente.

La utopía lo llenaba todo, la vida era eterna.

Las crisis también parecían insuperables.




La etapa de “ángel” es quizás el momento de los amores locos

o de los amores prohibidos

o de prohibirse amar...


Todo está tan lejos, uno se siente tan poderoso, tan fuera de peligro que no se siente el vértigo.

Se saborea el placer de saber que se está vivo porque todo puede terminar en cualquier momento.

Placer ordálico, casi suicida.


Es la época de las depresiones y de las exaltaciones,

lo contrario se mezcla en un cocktail seductor.

Es como una bebida extasiante y peligrosa que, al mismo tiempo,

se añorará más tarde,

cuando el ángel haya dejado paso al hombre,

menos inocente, cierto;

menos excitante, también;

pero más maduro, más tranquilo y profundo, más reflexionado y voluntarioso.



El ser un ángel es estar en peligro de cambio,

en construcción, en obras.

El deseo del ángel se va concretizando en objetos y personas, en ideales e utopías.

Pero es también efímero, dura...

una noche,

un abrir y cerrar de ojos,

el simple aleteo de una mariposa.




Ya no soy un ángel,

ya veo que el tunel de la vida, que me parecía eterno, tiene un final.

El deseo ya se ha fijado, se ha concretizado.

La pasión sigue, pero de otra forma.

El placer es menos rabioso pero más sentido.


Ya no soy un ángel.


Sé lo que pienso,

pienso porque soy,

estoy abierto a la novedad pero no vivo en la inestabilidad.


Los sueños, siguen siendo sueños, no han cambiado,

lo que sí es diferente es cómo los recuerdo.

Hay como un olor a incienso en el pasado de un ángel,

hay como un resabio de sabor de frutos prohibidos consumidos o soñados.

Las oportunidades perdidas son páginas en blanco

que no se han llenado de la sangre del viviente.



No hay nostalgia,

hay dolor

por lo perdido,

pero

ese dolor

es el que acompaña al placer

más intenso.


Un ángel...

el paso previo,

la overtura de mi concierto.


martes, 11 de marzo de 2008

« Cuidándote »

Esta canción me ha emocionado siempre.

Y siempre son las mismas imágenes las que se agolpan en mi mente.

Imágenes reales, soñadas, mezcla de todo...

pero sentidas.

Vividas.


Escuchar esta canción me “revuelve” los sentimientos

y hace que cuestiones que no te quieres plantear te vengan a la mente...




Porque se trata de ir despidiéndose de la madre.

Se trata de ir reviviendo el amor recibido

o imaginado

o proyectado

viendo ese cuerpo cada vez más débil,

más frágil,

más vidrio que se quiebra...




Te resistes a dejar volar,

te resistes a la idea de que se va acercando la hora de dejar ir...


Y te sientes cada vez más como el niño pequeño que has sido, que eres...

Y vuelves a acercarte a sus faldas pidiendo protección

vuelves a querer sentir su presencia reconfortante en la oscuridad de la noche...




Cuando ves ese cuerpo descarnado,

esos huesos deformados que le causan tanto dolor,

ves también esos brazos de mujer joven que tanto ha trabajado,

la incansable, la generosa, la sufridora...


Y esos ojos casi ciegos que mantienen aún la luz viva del cariño

¡cuánto han podido llorar!

Y tú recuerdas que cada lágrima

era

para tí

sentida.



No puedes dejar volar.

Te resistes a dejar partir.

¡No antes de tiempo!

¡Nunca será tiempo!



Y sin embargo,

desde la distancia

cada adios se siente como definitivo,

cada despedida es

un poco

desgarradora.




Pero uno es un hombre, ya maduro.

Uno no debería de sentir crujir su corazón

ante la eventualidad más que certera

de la hora de dejarla volar.




Lógicas ilógicas.


Sentimientos ancestrales en el hombre.

El hombre, por momentos, que vuelve a ser el niño que llora

cuando siente que ese cuerpo que le ha llevado,

que le ha protegido, reconfortado...




Aunque sea en el orden natural de las cosas,

los sentimientos se te imponen

y te resistes a ... dejar volar.