miércoles, 24 de agosto de 2011

Arrebato


Te miro, te espero. Te anhelo.
Te vas acercando sin llegar.
Me dejas imaginar tu sabor,
me haces añorar ya tu roze.

Te mueves a tu ritmo,
dueño y señor.
Sólo existes tú.

Juegas conmigo
parece que sabes que te espero
alucinado.

Y la urgencia se hace sitio en mi espera
Y te deseo, en cuerpo y alma te deseo.


Me resigno a esperar, sin tristeza.
Me conformo a tu voluntad, la acepto, me someto.

...
...

Me rozas y exulto.
Me acaricias y las lágrimas aparecen.
Vuelves a tocarme
y toda mi piel se eriza,
mi cuerpo se estremece.

Sigues jugando conmigo.
Después de algunos intentos más, vuelves a rozarme.
Un poquito más cada vez...
Y me vas besando, me vas abrazando...
Y me arrastras, me llevas... me entrego.

Me siento parte de tí,
me atraes hacia tu fondo obscuro...
Seduces y das miedo a la vez.
Reconozco tu poder. ¡Me siento tan pequeño!

Y te hablo, dulcemente.
Te acaricio con palabras
te cuento mis sueños y esperanzas, mis miedos más profundos...

Me serenas, me consuelas.

Vas y vienes,
me hundo en la arena.
Mi cuerpo se hace oración
ante tanta hermosura,
ante tanto poder.

Ya es de noche.
Sólos el mar y yo
compartiendo ese secreto.
Volveré, intentaré volver pronto
y sentir tus caricias, tus besos,
tu presencia...

1 comentario:

Encarni dijo...

Hola Jesús, cuanto tiempo sin verte por aquí. Me alegra un montón que estés bien, eso seguro.

Que bonito poema de amor al mar!!!
Yo que lo tengo también de amante en ocasiones me ha encantado,oye porque no soy celosa, y el mar es muy grande, supongo que como debería ser el amor, supongo.

Un abrazo fuerte.