Día de lluvia en Toulouse.
Incesante,
de esa de la que dicen
que es de la buena.
Fin de semana de cine.
Películas que hablan de mí,
de mi pasado de búsqueda (in memoria di me),
de mis sueños irrealizables (into the wild),
de la felicidad rozada
con la punta de los dedos.
Es un estado extraño
ése en el que salgo del cine.
Ni triste, ni eufórico...
Siempre “sonado”, si la peli ha sido buena.
Es como recibir un golpe en plena cabeza.
Tienes la certeza de que te quiere decir algo,
tienes la sensación de que sí, se dirige a tí, en particular, directamente.
Y claro, quieres atrapar ese significado.
No te atreves ni a respirar, ni a hacer un ruido...
Porque sientes que es algo importante para tu vida.
Estás un poco con las lágrimas a flor de piel,
con la piel de gallina,
con el tacto en los ojos.
De verdad, os las recomiendo.
Las dos, sobre todo la segunda.
En la primera,
In Memoria di Me,
se habla de la pregunta que todo hombre se plantea
(o por lo menos debería plantearse):
¿Quién soy yo?
Y de una(s) posible(s) respuesta(s)...
(habría debate).
Planos impresionantes de sentido,
música de una gran belleza,
Venecia soñada por tantos...
En la segunda,
Into the Wild,
es la locura.
Una locura de libertad, de riesgo,
Salvaje de vida...
Sientes que el protagonista eres tú,
como si te la hubieran copiado de algún sueño
pero que no duró
porque la vida es eso,
salvaje
con los que se atreven a vivirla.
Sensaciones, sensaciones, sensaciones.
3 comentarios:
No he visto ninguna, pero por lo que dices, me siento protagonista de mis películas, y me pregunto quien soy, y siento la lluvia y la libertad que mojan a la misma vez especialmente cuando viajo.
Recuerdo dos meses en París, tres meses en China, y otros días especialmente azules en Barcelona.
un abrazo.
lluvia y cine... odio la lluvia, amo el cine... la lluvia me bloquea... y punto, se que es poética y necesaria... me creo lo de la necesidad... e intento huir de la poesía... el cine me hace volar... me emociona, hablo del buen cine, de ese que te hace entrar en otras vidas... y cuando se acaba la película no quieres volver a tu mundo... quieres seguir en la sala oscura... viviendo otras vidas vividas... por cierto que bello es ese puente nuevo y rosa... esta semana santa anduve por ahí... pasé frío pero me sedujo la ciudad y la mezcla... y la diversión y el ladrillo y la filmoteca... y un bar muy canalla donde baile a vanessa paredise...
Creo que veré in memoria di me, sospecho que estará allí también una parte de mi pasado. Es una constante en el blog la búsqueda de uno mismo, la duda es "sé lo que quiero y no me lanzo a vivirlo" o "no sé qué quiero y estoy dando palos de ciego". Esa no es una buena experiencia de la vida, que se derrocha de forma absurda. Como dice Benedetti, dejamos que la vida transcurra, gotee simplemente, como un aceite rancio. ¿Y qué decir de los que ni siquiera nos preocupamos de encontrar nuestro lugar?
Gracias por meter el dedo allí donde duele...
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