martes, 24 de septiembre de 2013

Ando cabizbajo... tú me señalas el cielo

Ando cabizbajo, tú me señalas el cielo...
No sabes el vacío que dejas,
no puedes imaginar la amargura de mi llanto.

Soy tu niño pequeño
que lloraba desesperado
y al que desde tu cama a mi cuna
calmabas mi pena
cantando.

Hoy, madre,
vuelvo a ser ese niño,
al que llevabas de la mano
a cantarle al resucitado.
Y que hacía sonreir a todos,
porque cantaba tan fuerte
sin miedo y sin reparo.

Y ése del que te sentías tan orgullosa
porque le habías contagiado
esa fé
que tan lejos me ha llevado.

Hoy, madre,
vuelvo a ser ese joven
que escuchaba tus miedos,
tus alegrías, tus fracasos.
Y el depositario de esas lágrimas
que tantas has derramado.

Y al que contabas tu deseo
de encontrarte cara a cara
con el que te ha creado
con las manos limpias...
tan limpias como te las has llevado.

Hoy veo tus lágrimas
tristes y gozosas
cuando me fuí a Africa.
Pero sabes,
través de mis ojos y mis manos
estabas realizando
eso que a tí tanto te hubiera gustado.

Hoy, madre, soy ese hombre
que tú ni habías imaginado.
Pero que lleva muy alto
en el corazón y la cabeza
todo, TODO
lo que tú me has enseñado.







2 comentarios:

Encarni dijo...

Un hermoso poema que hace que la sientas más cerca de ti, junto al corazón. Lo siento.

Un beso

Jesús dijo...

Muchas gracias