domingo, 15 de febrero de 2009

¿EXTRANJERO?

Destierro, lejanía, extranjero...
Añoranza, nostalgia, regreso...

Hay días en los que el regreso me obsesiona. Siento añoranza de mi propia lengua materna, necesito oir y hablar el castellano. Las cosas me parecen más sencillas en mi lengua, como más claras, más mías.

Otras veces, estoy tan feliz aquí, que hasta me olvido de la lengua que hablo.
Paso del francés al castellano con tanta naturalidad que ni me doy cuenta del idioma que utilizo. Viajo entre las dos lenguas como en un sueño.
Me dejo llevar por la suavidad de una, me arrebato con la pasión de la otra. En mi interior las lenguas desaparecen y confecciono un lenguaje propio, mezcla y, al mismo tiempo, totalmente original.


Soy consciente de que estoy entre dos culturas. Intento descubrir lo mejor y lo peor de cada una de ellas. Veo cómo, en mi carácter, las dos dejan su impronta. Cada vez soy más francés, aunque también, con el paso de los años, mi identidad de español se refuerza.

Vivo una contradicción contínua y no logro tomar nunca la decisión del regreso.
Estoy en tierra de nadie, con el corazón dividido entre los sonidos directos y algo guturales del castellano y la delicadeza, la artificialidad del francés.
Sentimientos que se mezclan en mi interior, que provocan convulsiones, explosiones a veces.
Me debato entre una, la mía, la de mi infancia, mis sueños y mis frustraciones
y la otra, la aprendida, la de mi hoy, en la que me defiendo, me analizo...

NO, no estoy en tierra de nadie. Es mi síntesis, mi realidad.


Es mi presente, ¡tan lleno! Mi vida, ¡tan mía!, sí, ¡mía!
Porque todo lo he creado yo, todo lo he elegido yo. No hay amigos de infancia. Cuando me paseo por estas calles no hay recuerdos que superen los 12 años.

Es quizás éso lo que hace que no pueda dejar ésto, mi presente, para regresar a una España, adorada, pero que se quedó allá, en el 1994.

Me doy cuenta de que he necesitado romper con todo mi pasado para construirme un presente auténticamente mío. No vivo en Francia ni en España, vivo en el universo que yo me he construido. Por supuesto basándome en mi cultura, en mis raices, en mis creencias...

Descubro que mi mundo es mucho más amplio que el país en el que vivo. Es como mi acento, inidentificable.
Al final creo que he llegado a hacer realidad mis juegos de niño. Cuando me imaginaba, dibujaba paises inexistentes, en los que todo era a mi medida. Yo era el soberano de un país en el que todo era bueno. Todo lo necesario estaba presente en esos mapas inexistentes excepto en mi imaginación.

Todos mis viajes, los paisajes impresionantes, las gentes conocidas y amadas... Vivencias de un apátrida porque mi país, lo llevo dentro de mí.

Es mi España querida, son los olores y colores de mi infancia, el olor a incienso, el verde olivo...
Es la selva -casi virgen- africana, la soledad en una cultura totalmente extraña...
Es la búsqueda, en una fría Europa central. La espiritualidad de las montañas, el encuentro con mi yo profundo.
Es la sabana africana, el polvo del Sahel, los ojos impresionantes de esos niños que me pellizcaban la piel diciendo: "kuri kuri nemdo" ("piel de cerdo") en el Burkina Faso.
Es la agonía de un desencuentro consigo mismo, el suicidio de un yo idealizado. Y el encuentro con mi propio cuerpo, mis propios deseos... el comienzo del amor.

Y la madurez, por fin, la madurez.

No me extraña que de vez en cuando sienta un cansancio mortal. Tanto recorrido, tanto buscado, encontrado, dejado...

Para darme cuenta de que es mi propio país interior el que estoy construyendo, mi propio presente, mi propia lengua, mi historia.
Foto: yo

5 comentarios:

Anónimo dijo...

la obra de arte más importante es siempre la propia vida

mi saludo desde madrid

El antifaz dijo...

Decía Baudelaire: "Habría que añadir dos a la lista de los derechos del hombre: el derecho al desorden y a marcharse".
Un abrazo.

Tormenta. dijo...

Y es que hay cosas que da igual en qué idioma las digas, se entiende de sobra todo lo que contaste.. y me encanta, como miras la vida, y sobre todo porque tu eliges como vivirla!

Besazos guapo!

Clara dijo...

Querido amigo... yo también se lo que es tener partido el corazón en dos.
Vivo una situación similar a la tuya con la diferencia de que tengo raíces en ambos lados.
Yo también me quedo con lo mejor de cada país aunque siempre quede la nostalgia.

Un beso,
Clara

agente86 dijo...

uff,... que atinado y preciso,querido amigo... creo que tu escrito del "extranjero" nos define por dentro a todos los que por una u otra causa decidimos auto-exiliarnos.
un abrazote.