viernes, 30 de enero de 2009

SUERTE

Sabes que está ahí.
Forma parte de tí.
El lado oscuro. El abismo. El vértigo. La nausea.
Forman parte de tí.

Son ya muchos los años intentando descubrir lo que hay dentro, tu propio funcionamiento.
Conoces bien los mecanismos que hacen de tí lo que eres.
Hoy, sabes desmontarlos, analizarlos... pero no te puedes desembarazar de ellos.
Forman parte de tí.

Hasta cierto punto, les estás agradecido.
Porque han hecho de tí lo que hoy eres: un ser maravilloso.
Ha merecido la pena.
Todo.
Desde los momentos de éxtasis hasta los sufrimientos que también han ocasionado.

Eres el fruto de tantos años de búsqueda, de tantas lágrimas, tanto.... tanto....
Y al final hoy ves el resultado, hoy eres testigo de que todo ha merecido la pena.
Porque las bases de tu vida son fuertes y estables.
Eso al mismo tiempo que eres un puro relativista (la vida te ha enseñado que ésa es la única verdad,
la que es eternamente cambiante).

Y a pesar de todo o quizás gracias a todo, sabes que la "falla", el talón de Aquiles... está ahí, en tu interior.
Estás condenado a vivir con él, pero la diferencia es que hoy sabes dominar a la bestia.
Hoy tienes la madurez necesaria para ver si empieza a despertarse... y sabes qué hacer.
Hoy, por fin vives el hoy.


El otro día una amiga me hablaba de lo que llaman "étape de la deuxième chance" que literalmente quiere decir: etapa de la segunda "suerte", aunque la traducción es la "segunda oportunidad".
Yo me quedo con la primera traducción, la incorrecta: la suerte de poder vivir esta etapa.

Foto: yo, en Bretaña

3 comentarios:

El antifaz dijo...

Oye, que bueno eso de la segunda suerte.
La suerte a veces nos facilita el trabajo, de comprendernos, de hacer algo que nos parecía lejano o imposible, pero la mayoría de las veces la suerte la tienes que buscar tú.
De todas formas es una suerte estar aquí, y sentirse vivo.
No te dejes llevas por los malos momentos; no le des ni el lujo de recordarlos. Eso es la mala suerte.
Un abrazo.

Extensus dijo...

Un post para pensar en él. Es difícil conocer realmente lo que tienes dentro y dominarlo más todavía. Desde luego quien lo consigue es un ser afortunado. Saludos.

Clara dijo...

Aunque permanezca en la lejanía, es inevitable que el lado oscuro habite entre nosotros.
En ocasiones la lucha es dura, pero con el tiempo te das cuenta de que ha mercecido la pena y que hay que dejarlo en el lugar donde tiene que estar: en el olvido.

La suerte está ahí, pero la tenemos que buscar y crear nosotros mismos...

Un besito,
Clara